Terapia de pareja

La terapia de pareja como camino de conciencia y transformación.

La relación de pareja es uno de los vínculos más intensos y desafiantes en la vida humana. Es un espacio en el que emergen nuestras heridas, nuestras carencias y también nuestro anhelo profundo de amor, conexión y sentido.

Muchas veces, llegamos a la relación esperando que el otro llene vacíos que ni siquiera hemos explorado. Pero cuando la pareja se convierte en el escenario donde depositamos nuestras frustraciones no resueltas, las dificultades se multiplican.

De la plenitud del individuo viene la plenitud y el sustento de la pareja. Por eso, en la terapia de pareja también se abre un espacio para mirar hacia adentro. Sanar lo individual es parte esencial del camino hacia un vínculo más consciente y amoroso. No se trata solo de “arreglar al otro” o “salvar la relación”, sino de mirar lo que cada uno trae consigo.

Las personas solo podemos compartir lo que somos, lo que sabemos y lo que tenemos. Si nuestro mundo interior está contaminado con culpas, rencores, miedo o abandono, inevitablemente eso será lo que compartamos, no solo con nuestra pareja, sino también con nuestros hijos, nuestras amistades y todas nuestras relaciones.

En este sentido, la terapia de pareja no es únicamente un espacio para resolver conflictos, sino también una oportunidad para reencontrarse con uno mismo, para reconocer patrones, resignificar el dolor y abrirse a nuevas formas de vincularse desde la autenticidad y la responsabilidad afectiva.

Cuando ambos miembros de la pareja asumen el compromiso de mirarse, de crecer y de comunicarse desde la verdad, la relación se convierte en una escuela de conciencia, una oportunidad para sanar en compañía y para construir una intimidad más profunda.

Definición de pareja disfuncional
Dos personas que conviven como pueden, desde la dependencia emocional y la idea de pertenencia mutua.
Se celan, compiten, se reprochan, se reconcilian. Se agreden, se ignoran, discuten, se utilizan… y a veces también se son infieles al vínculo que los une.

Comparten una base afectiva ambigua, en la que el amor convive con el dolor, el apego con el rechazo, el deseo de estar juntos con la necesidad de escapar.

Aprenden, muchas veces sin saberlo, el complejo mundo del “no puedo vivir contigo… pero no quiero vivir sin ti.”

¿CUÁNDO ACUDIR A TERAPIA DE PAREJA?

RUTINA
Desconexión emocional Cuando el aburrimiento, la falta de interés o la distancia se vuelven parte del día a día.
dESCONFIANZA
Celos y control Cuando la confianza se rompe, aparecen dudas constantes y el control reemplaza la libertad.
iNCAPACIDAD DE PERDONAR
Heridas sin sanar Cuando el pasado sigue presente, los rencores se acumulan y el perdón parece inalcanzable.
aDICCIONES
Conductas compulsivas Cuando el dolor emocional se busca calmar en sustancias o comportamientos, y la relación queda en segundo plano.
aPEGO
Dependencia afectiva Cuando el miedo a perder al otro nos lleva a atarnos emocionalmente, dejando de ser nosotros mismos.
iNFIDELIDAD
Ruptura de la confianza Cuando una traición sacude los cimientos de la relación y se necesita reconstruir desde el dolor.

¿CUÁNDO ACUDIR A TERAPIA DE PAREJA?

dISCUSIONES CONSTANTES
Conflictos recurrentes Cuando el diálogo se convierte en lucha y ya no hay espacio para escucharse con calma.
mALA COMUNICACIÓN
Indiferencia o distancia emocional Cuando ya no se expresan emociones, los silencios pesan más que las palabras y la conexión se apaga.
vIOLENCIA FÍSICA O VERBAL
Agresiones o maltrato. Cuando el respeto se rompe, hay gritos, humillaciones o golpes. El daño necesita detenerse y atenderse con apoyo profesional.